El prontuario de Silberstein

Aunque no se trata sólo del decano Ricardo Silberstein, sino de una práctica habitual en todo el arco político que acompaña a quien dirige los destinos de nuestra facultad, los acomodos son sistemáticos en esta casa de estudios.
Este mecanismo se logra a través de la agrupación Convergencia, hoy llamada Derecho en Movimiento, que es el brazo estudiantil de la gestión. De hecho, quien dirige esta organización los propios hijo e hija del decano.
El ejemplo más cabal y que tomó un notorio estado público fueron los hechos que involucraron a Silberstein, su mujer y su hija, y con ellos a todo el stablishment de la gestión, en mayo de 2005. Vale la pena recordar que ninguno de los dos secretarios implicados fue removido de su puesto hasta la finalización del primer período de Silberstein (2007) y que su mujer fue la que, luego en el 2009, estuvo a cargo como operadora política de la elección de consejeros directivos del claustro de graduados de la facultad.
Lo que pasó fue que el diario La Capital (uno de cuyos directores se enfrentó a Silberstein en un juicio contra la familia Lagos, de la que el decano era abogado) reveló unas escuchas telefónicas en las que se daba a conocer de qué forma logró entrar a cursar la hija de Silverstein, pasando por encima del sistema de cupos (mérito académico) para el cursado regular, el mismo sistema que excluye estudiantes y que esta misma gestión implementó.
A continuación, reproducimos las notas publicadas sobre el tema en aquella época, desde las más viejas a las más nuevas.


***

La Capital, 11 de mayo de 2005

http://archivo.lacapital.com.ar/2005/05/11/tapa.shtml


Denuncian al decano de Derecho por el tráfico de influencias
Estudiantes revelaron maniobras para favorecer a la hija de Silberstein. Detalles de un llamado de su esposa.

Un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario denunció ayer por "manejos autoritarios y turbios" al decano de esa casa de estudios, Ricardo Silberstein, y reveló cómo se utilizó su cargo para incluir indebidamente a su hija en la nómina de alumnos habilitados para cursar dos materias de la carrera de abogacía. Según la imputación, que también involucra con un rol protagónico a la esposa del decano, el tráfico de influencias excede a la hija de Silberstein y es una práctica "habitual" en esa facultad.

La grave denuncia de los estudiantes incluye como prueba una serie de escuchas telefónicas que dejan claramente al descubierto la maniobra y también desnuda a sus ejecutores: además de Patricia de Silberstein y de su hija Alejandra, involucra al menos a dos funcionarios de la facultad. Se trata del secretario de Asuntos Estudiantiles, Marcelo Marchionatti, y del subsecretario académico, Emiliano Díaz, quien además, según los estudiantes, es socio del decano en su bufete de abogados.

El propio Díaz admite en una conversación telefónica con la esposa del decano, a cuya grabación tuvo acceso La Capital, que el tráfico de influencias es habitual en la Facultad de Derecho. Es más: confiesa que él mismo, cuando era estudiante, se vio beneficiado por esa práctica ilegal.

Los denunciantes por ahora prefieren identificarse simplemente como "estudiantes a quienes se los ha perjudicado" en su carrera universitaria, y aseguran que la imputación contra Silberstein, Díaz y Marchionatti no está vinculada a la política. "No tenemos nada que ver con ella", afirman.

Según la denuncia, la maniobra que puntualmente estaba destinada a favorecer a Alejandra Silberstein consistió en incluirla entre los alumnos que pueden cursar las materias "Análisis de Casos" y "Quiebras" pese a que la estudiante no alcanzó los méritos académicos para hacerlo.

La operación queda claramente en evidencia en una conversación telefónica entre Patricia de Silberstein y Díaz en la que la esposa del decano le recuerda al subsecretario académico que debía anotar a su hija en esas materias. Queda claro, en ese diálogo, que la inscripción debía ser por izquierda. Díaz no sólo no se sorprende por el motivo del llamado de la señora sino que se compromete a hablar con Marchionatti para incluir a Alejandra. Y se proponía hacerlo pese a que la lista de estudiantes habilitados para cursar una de las materias, "Análisis de Casos", ya había sido publicada por la facultad.


"No me rasgo las vestiduras"
En el mismo diálogo, la esposa del decano le dice a Díaz que se atreve a pedir por su hija porque sabe que el funcionario universitario lo hace por otros ("Yo te escucho", le advierte). Es entonces cuando el subsecretario Académico dice: "No voy a rasgarme las vestiduras por eso", y enseguida admite: "Yo lo he hecho conmigo mismo".

Luego sugiere a la señora "esperar un poco" para anotar a Alejandra en la cátedra en cuestión y lo justifica de esta manera: "Es para preservar la imagen de Ricardo".

La secuencia continúa con otros diálogos. En uno de ellos, que se produce inmediatamente después de la llamada de Patricia de Silberstein, la hija del decano también habla con Díaz para reforzar la gestión. El mismo día, el subsecretario académico se comunica por teléfono con el secretario de Asuntos Estudiantiles. "Tené presente lo de la hija de Ricardo", le dijo.

Casi al final de la conversación, Marchionatti acepta "cargar" finalmente el nombre de Alejandra Silberstein a la nómina de alumnos habilitados para asistir a las cátedras. "No es mi problema (...) Ante esta directiva yo la meto", se justificó ante Díaz.

Todas estas gestiones son del 27 de abril. Sin embargo, la denuncia de los estudiantes de Derecho va más allá del caso de la hija del decano. También reporta el caso de una mujer que dos días después se comunica desde los Tribunales provinciales con alguien que trabaja con Díaz y se identifica como "la doctora Rivas". La mujer está buscando al subsecretario académico, pero ante su ausencia cuenta al interlocutor desconocido cuál es el motivo de su llamado, que es similar al de la esposa de Silberstein y su hija. Allí mismo, en esa conversación, se entera de que su hijo ya había hablado con Díaz por el mismo motivo.

Para los denunciantes, esta gestión de la doctora Rivas es una prueba más de que el tráfico de influencias es una práctica común en la Facultad de Derecho.

Quienes denunciaron estas maniobras dicen haberlo hecho porque están "cansados de los manejos autoritarios y turbios que desde hace tiempo perjudican nuestros estudios universitarios".

Para ellos, los denunciados "utilizan el poder que les confieren sus cargos en beneficio propio y apartados de la ley y de las disposiciones reglamentarias de la Universidad, así como también de cualquier mandato ético".

Por esa razón, los acusan de abuso de autoridad, incumplimiento de los deberes de funcionario público y tráfico de influencias porque, según los estudiantes, lo que hacen el decano y los funcionarios es "violar la ley y la normativa académica mediante la manipulación de los ingresos de los estudiantes para el cursado de determinadas materias de la carrera de Derecho".




"Tenemos pruebas sobre hechos de mayor gravedad"

Los estudiantes de la Facultad de Derecho que denuncian al decano Silberstein, al secretario Marchionatti y al subsecretario Díaz no sólo describen puntillosamente los hechos que para ellos configuran abuso de poder, incumplimiento de sus deberes y tráfico de influencias. También muestran las grabaciones de las escuchas telefónicas que, sostienen, constituye una "prueba contundente" de los hechos denunciados. Parte del contenido de esos diálogos telefónicos se reproducen por separado en la página 4.

El objetivo de la denuncia, según confiesan sus autores, es lograr "el apartamiento de los funcionarios universitarios involucrados". Es más: si bien aclaran que no es su intención "perjudicar" a los denunciados en su "faceta profesional", también aseguran contar con pruebas sobre hechos presuntamente irregulares, "y de mayor gravedad", relacionados con la actividad de los tres abogados.

Además, explican las razones por las cuales prefieren preservar sus identidades. "Somos estudiantes de la facultad y dada la magnitud de los hechos denunciados, podríamos ver seriamente afectadas nuestras carreras", justifican. Igual creen que la contundencia de la imputación, y sobre todo de las pruebas, "tornan irrelevante" la difusión de sus nombres.




Engaño


La denuncia de los estudiantes sugiere que Díaz y Marchionatti llegaron incluso a analizar la posibilidad de engañar a un profesor (Mario Chaumet) sobre el número real de alumnos que podían cursar su cátedra con el objetivo de poder inscribir a todos e incluir a Alejandra Silberstein.



Grave imputación. Tres llamados que revelan cómo fue la maniobra
"Mi hija no entró, pero habría que hacerla poner"



Las escuchas telefónicas a las que accedió La Capital muestran cómo Patricia Silberstein, esposa del decano de la Facultad de Derecho, Ricardo Silberstein, recurre al tráfico de influencias para conseguir que su hija acceda a cursar dos materias -"Quiebra" y "Análisis de Casos"- de la carrera de abogacía. "Habría que hacerla poner" en el listado de los alumnos que lograron la regularidad, le dice varias veces a su interlocutor. Y, además, lo presiona al recordarle que ella ha visto cómo lo hacen por otras personas. También surgen los distintos mecanismos que se utilizan para evitar que el resto del estudiantado perciba la habitualidad de estas maniobras.

La siguiente es la transcripción textual del diálogo telefónico que mantuvieron el 27 de abril pasado Patricia Silberstein y Emiliano Díaz, subsecretario Académico de esa facultad.

Dr. Emiliano Díaz: Estudio.

Patricia Silberstein: ¿Quién es? ¿Emiliano?

ED: Sí.

PS: Ah, ¿qué hacés?

ED: ¿Qué hacés, cómo andás?

PS: Che escucháme Emiliano, acá a Alejandra la tenés que anotar ahí en "Quiebra", acordate.

ED: Sí, sí, pero me dijeron, me dijo Marcelo que esperemos que empiecen las clases.

PS: Y en "Análisis de Casos". Ella allí parece ser que no entró y habría que hacerla poner.

ED: Bueno, también le digo, ¿pero ella se anotó allí?

PS: Ella se anotó y no salió, habría que ver si se puede poner.

ED: El tema es que ya apareció, pero bueno, dejame hablarlo, porque yo le había dicho que en lo que se quisiera anotar que esperara. Porque una cosa es que aparezca abajo y otra cosa que aparezca después de empezadas las clases...

PS: Bueno, ¿vos querés que nosotros hablemos directamente con Marchionatti? (Marcelo, secretario de Asuntos Estudiantiles).

ED: No, no, yo lo llamo.

PS: Porque está habiendo un poco de problemas, viste, yo no lo quise decir el otro día delante de los chicos porque yo siempre resguardo de no tocar eso. Me parece viste que ustedes no, ustedes no...y cuando te veo a vos llamar a gente por otra gente. Vos sabés que...

ED: No, no, pero yo lo hago, Patricia, para cuidarlos a los chicos, yo aparte lo conozco; cuando hablé con Marcelo me dijo que esperemos a que se cerrara la inscripción para que no apareciera el apellido de ellos ahí porque son los primeros que ven; es una cuestión de preservar la imagen de Ricardo (por Silberstein) y la de los chicos...

PS: Está bien.

ED: Te digo no es con ninguna...

PS: Yo nunca voy a pedir que se apruebe un hijo mío y vos lo sabés.

ED: No, no, ya sé, pero Patricia, a lo que voy es...

PS: Es entrar en una materia, a la altura que está Alejandra y lo que ha hecho solita, viste...

ED: No, yo estoy de acuerdo. Aparte yo lo he hecho conmigo mismo cuando era alumno. He pedido que me incorporaran o sea que no voy a rasgarme las vestiduras por eso. Lo que me interesa más que nada es preservar la imagen de Ricardo y la de los chicos para que no los ataquen ni los acusen después, por eso te decía no anotarlos de entrada para que no aparezcan en la lista y después subirlos cuando ya inició el curso...

PS: Bueno, ella quería "Quiebra" y hoy fue a ver "Análisis de Casos". Unicamente ese no salió...

ED: Yo ahora ya lo tengo presente y yo ya hablé con Marcelo. La iba a subir una vez que estuvieran.

PS: Escucháme, de la opcional "Análisis de Casos", te parece que espere y se puede entrar.

ED: ¿Que número quedó ella?

PS: (Se escucha una pregunta de fondo) ¿Que número quedaste?... Seis delante de ella.

ED: En "Análisis de Casos" el año pasado tomaron a todos, yo te diría que espere, eso lo lleva (el profesor) Mario Chaumet. Yo lo voy a hablar esta semana para ver si va a tomar a todos como el año pasado y si toma a todos no hacemos nada. Sube directamente ahí.

PS: Porque tiene seis adelante nada más.

ED: Está bien, está bien, pero ahí va a entrar seguro. En esa no te preocupés y en "Quiebra" decile que por favor espere que la vamos a subir una vez iniciado el curso cuando se haga la primera depuración.

PS: Bueno, listo.

ED: Listo, chau, chau.



"No me quiero quedar sin ninguna materia"


Alejandra Silberstein, hija del decano de Derecho, llamó personalmente al subsecretario académico Emiliano Díaz para interiorizarse de las posibilidades que tenía de acceder a la materia "Análisis de Casos". Díaz le pide paciencia y la convence de que, finalmente, pese a haber quedado fuera del listado original, va a poder hacer la materia.

Secretaria del estudio Silberstein: Estudio.

Alejandra Silberstein: Hola, Olga.

Olga: Sí.

AS: Habla Alejandra, ¿está Emiliano?

Olga: Sí, te paso.

Emiliano Díaz: Hola.

AS: Emi, perdón que te moleste. Escucháme, recién hable con mi mamá y me dijo que en "Análisis de Casos" pueden entrar todos.

ED: El año pasado entraron todos.

AS: Claro, lo que pasa es que ahora, viste, está la segunda reinscripción y no me quiero quedar sin ninguna materia.

ED: Aguantá que yo ahora estaba llamando a Marcelo Marchionatti para preguntarle, que le pregunte a (al profesor) Chaumet si van a entrar todos este año.






"Yo la meto, al final no es mi problema" 

El mismo 27 de abril, el secretario de Asuntos Estudiantiles Marcelo Marchionatti y el subsecretario Académico Emiliano Díaz mantuvieron una extensa comunicación telefónica. Allí hablaron de distintas posibilidades para que la hija del decano de Derecho pudiera cursar las materias a las que no había accedido por orden de mérito académico. Quizás tras vislumbrar algún tipo de resquemor en su interlocutor, Díaz apeló a un argumento "contundente" para convencerlo de que había que agregar a Alejandra Silberstein a las listas. "Vos se lo decís a la esposa de Ricardo (Silberstein)", le dijo Díaz. Y fue suficiente para que se allanaran los caminos.

ED: Che, te molesto por lo siguiente: ¿tenés presente lo de la hija de Ricardo?

MM: Sí.

ED: Por la...

MM: Escucháme, es muy sencillo, decímelo ahora.

ED: No me acuerdo con quién era. ¿Vos te acordás? Con Holland.

MM: El legajo no lo tenés, ¿no es cierto?

ED: De Alejandra, no.

MM: Esperá... acá está. Ella es Alejandra...

ED: Sí.

MM: Esperá porque aparte te tengo que decir una cosa... Alejandra, la empadrono... Rioja 2143 figura...

ED: Sí, sí, vivía ahí a la vuelta, ahora se mudó a Libertad 8.

MM: Ah, mirá vos, no sabía. Entonces ABM situación regulares F4, perfecto Alejandra... sé que está la comisión dos, "Derecho administrativo" me dijiste...

ED: No, no: "Quiebra".

MM: "Quiebra". Supuestamente si este sistema anda bien ya está.

ED: Che, te hago una consulta, ¿cuánta gente quedó ahí en "Análisis de Casos"?

MM: Esperá a ver si lo tengo acá, aguantá un cachito. Entraron 72 y había 141.

ED: ¿72? ¿Por qué 72?

MM: Porque los últimos tienen el mismo mérito. Hay tres con 6,25, ¿entendés?

ED: Haceme caso, levantalo a 85.

MM: ¿A 85? ¿No hay problema?

ED: No. El año pasado tomó a todos, yo igual ahora lo voy a llamar a Chaumet.

MM: No, pará, preguntále, decile que tiene exactamente tiene 141 alumnos, preguntále si no había otra optativa...

ED: Sí, hay otra. Pero como está la hija de Ricardo también, viste, que no se notara.

MM: Está 89.

ED: ¡89 está!

MM: Sí, pero esperá un cachito.

ED: Pero me engañó. Me dijo estoy cuatro.

MM: La estoy viendo acá, 89.

ED: Claro, porque toma 85 ella.

MM: Yo acá lo tengo marcado como 70 en "Análisis de Casos". Pero bueno escucháme, de todos modos por qué no esperamos un poquito. Porque como hay otra optativa que es "Defensa al Consumidor", que tiene vacantes...

ED: Sí, sí, se va a descomprimir.

MM: Claro. A lo mejor por ahí la semana que viene le decimos a Chaumet: tenés cien alumnos y capaz que te los toma a todos, ¿entendés?

ED: Está bien, pero te digo algo, vos le hablás a la esposa de Ricardo, que me llamó recién.

MM: ¿Cómo?

ED: Vos le hablás a la esposa de Ricardo.

MM: No. ¡Yo esto te lo arreglo!

ED: Porque yo le expliqué y me dice: bueno, hacela entrar, después vemos. Yo le di todas las razones, le expliqué el procedimiento y me dijo bueno.

MM: Bueno, está bien. Yo la cargo ya, ¿cuál es? Al final no es mi problema. Ya lo meto. Ante esta directiva ya lo meto, no hay problema...

ED: Yo no hablé con Ricardo, así que no la subás todavía, aguantá.

MM: Que vaya haciendo los primeros días, viste.

ED: 140 tiene.

MM : Tiene 140, pero tenemos que tener en cuenta...

ED: Sí, que está la segunda inscripción y que puede haber una...

MM: Puede haber una bajada importante, pueden pasar 30 o 40 tipos a otro lado y entonces a lo mejor los toma a todos, viste. Por ahí en vez de pedirle 85 le podemos pedir que los tome a todos.

ED: Está bien, vamos a esperar entonces.

MM: Aguantemos hasta el viernes que termina la inscripción.


****


La Capital, 12 de mayo de 2005

http://archivo.lacapital.com.ar/2005/05/12/tapa.shtml

Gravísima imputación. Se iniciará una auditoría a partir de las revelaciones sobre acomodo de la hija del decano
La UNR investigará la denuncia de tráfico de influencias en Derecho

El caso cayó como una bomba en la facultad. Para algunos estudiantes, se trata de una "práctica común"

La escandalosa denuncia de tráfico de influencias en la Facultad de Derecho motivó que las autoridades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) resolvieran iniciar en forma urgente una investigación sumarial. La decisión, que se traduce en una auditoría a la facultad y su decano, Ricardo Silberstein, se tomó apenas se hicieron públicas grabaciones de charlas telefónicas en las que primero la esposa y luego la hija del decano Silberstein pidieron al subsecretario estudiantil, Emiliano Díaz, que gestionara el ingreso de la chica como alumna regular en dos materias para las que no había obtenido el mérito académico suficiente.

La inminente investigación no fue la única consecuencia de la ventilación pública del caso. El abogado Vildor Garabelli, miembro del directorio del Colegio de Abogados, consideró que se está "en las puertas de un escándalo". El Centro de Estudiantes de Derecho repudió ese tipo de maniobras, y alumnos de distintas agrupaciones fueron contundentes al revelar que el tráfico de influencias es "habitual" en la facultad. Y si bien se resiste a pensar que las denuncias son ciertas, el rector de la Universidad, Ricardo Suárez, afirmó que si se demuestra la veracidad del caso "podrían corresponder suspensiones y hasta el juicio académico" a los implicados (ver página 4).

El rector Silberstein, en tanto, señaló que él mismo quiere ser investigado por instancias ajenas a su entorno, pero evitó decir si las voces grabadas eran o no de sus familiares y colegas.


Facultad revuelta
La Facultad de Derecho se vio ayer revolucionada por la noticia. Además de las páginas de La Capital pegadas entre carteles, los afiches ya hacían referencia al tema. "Se destapó la olla. Silberstein y Díaz corruptos. Su sistema de restricciones no funciona" rezaba un cartel de Santiago Pampillón

Promediaba la mañana cuando el Centro de Estudiantes distribuyó un comunicado con la firma de su presidenta electa, Verónica Tourón, en el que se repudiaban las denunciadas maniobras para favorecer a la hija del decano. Y además de pedir a los estudiantes que denunciaran hechos similares, Tourón dijo que de ser real el tráfico de influencias expuesto se pedirá "la renuncia de todos los involucrados" (ver página 4).

En general, las voces estudiantiles se levantaban contra el sistema de mérito académico que, a juicio de los alumnos, fomenta los favoritismos. Mariano Kelly, de la agrupación Alde, aseguró que solamente en las materias cuatrimestrales quedaron casi 1.200 estudiantes. "El mérito académico trajo deserción y esto dejó más de mil estudiantes fuera de las cuatrimestrales", dijo a la emisora LT8, convencido de que "las políticas restrictivas producen estos favores".

Más contundente, Matías De Bueno, responsable político de Franja Morada, indicó que el favoritismo "es una práctica muy común desde hace años". A su lado, el secretario general de la Federación Universitaria de Rosario, Laureano Sanmartino, acordó al decir que "hasta el momento no habíamos tenido elementos de prueba como para poder interponer una denuncia concreta en algún ámbito, pero de hecho forma parte de un uso común".

"Esto es parte del problema de los cupos y del sistema de mérito académico de esta facultad, que excluye a un montón de gente pero que incluye a los amigos", abundó Lorena Crespo, consejera superior de Franja. "Queremos que esto se investigue a fondo y si hubo irregularidades exigimos la renuncia de los funcionarios implicados y la derogación del sistema de cupos", indicó.

También cargaron contra el sistema y aseguraron que mucha gente queda afuera de las materias. Y nombraron a Quiebras (la materia en la que se pidió la inclusión de la hija de Silberstein) donde quedaron "90 estudiantes sin cursar" y "Comercial I", donde "fueron 400 los libres".

Manuela, una estudiante no alineada políticamente y que no quiso decir su apellido, contó que hizo un pedido de cambio a una comisión donde había entrado inicialmente, y no se la dieron. Por su parte César, del ciclo común, afirmó: "No digo que haya acomodo, pero sí ayuditas". El tampoco dio su apellido pero no temió hablar, a pesar de que una compañera le dijo, supuestamente en broma, que iba a terminar echado al día siguiente.

Cerca de allí, Nicolás Fabello, del frente Santiago Pampillón y miembro de la secretaría de Derechos Humanos del centro, denunciaba las restricciones en un cartel. "No me sorprende para nada este hecho de corrupción, abuso de poder y prestación de favores, porque ya habíamos pedido en 2002 una investigación que quedó en la nada. Y conocemos casos en los que si vos militás en Convergencia, te hacen entrar a las materias. Yo leía en el diario que Díaz hablaba de proteger a Ricardo y a «los chicos», y no lo dudé. «Los chicos» son los de Convergencia", acusó.

En el mismo tenor se expresaron De Bueno y Crespo, que además dieron ejemplos. "Si sos de Convergencia entrás en las comisiones, no te computan faltas y elegís profesor", dijeron.

En nombre de esa agrupación, Roberto Sader (consejero estudiantil) y Fernando Luciani negaron a este diario que gozaran de prerrogativas en el marco del sistema. "Yo mismo tengo muchos bochazos y rendí varias materias libres", ejemplificó Sader. Y Luciani agregó: "Es el único argumento que esgrimen las otras agrupaciones para tirar abajo la credibilidad de Convergencia, cuya política empieza y termina en la facultad, que hace pequeñas cosas para el estudiante, que viene todos los días y hace cosas por los chicos", indicó.

En coincidencia con las autoridades, ellos también dijeron que prácticamente no quedaron estudiantes excluidos del cursado, salvo en Comercial I, "donde además se formó una comisión para que nadie quede afuera. Nosotros estamos abocados a este tema y mediante los cursos intensivos de verano conseguimos descomprimir el cursado", dijeron.

-¿Les consta que sea una práctica más o menos habitual que se acomode gente en las comisiones?

-Para nada. En las listas salen los nombres con las materias rendidas, aprobadas, los bochazos y el mérito. Cada estudiante se fija en qué lugar quedó. Después, con las depuraciones de lista que se hacen por inasistencias o por renuncias, van quedando lugares.

-¿Es normal que la esposa de un decano llame a un subsecretario académico para que incluya a su hija en una comisión?

-Si es por la preocupación de una madre, aquí hay infinidad de padres que llaman y vienen a ver por qué los hijos rindieron mal. Todos los padres se preocupan por sus hijos. Vienen las madres y piden en las mesas de las agrupaciones ver cuál es la situación de sus hijos.

Por su parte, Vildor Garabelli, integrante del directorio del Colegio de Abogados, consideró que "si las grabaciones son ciertas, esto reúne las características de un gran escándalo. Sería un escándalo por la forma en que se obtuvieron y también por el hecho en sí".

En diálogo con LT8, Garabelli consideró "factible" que en la Facultad de Derecho "y en todos los lugares públicos" haya tráfico de influencias, situación que no por común le parezca aceptable. "Esto tiene una gravedad no sólo por cómo se acomodan para cursar materias, sino porque esos estudiantes serán mañana abogados y jueces", dijo, y reveló que "en el Colegio de Abogados estamos viendo que no sólo de Derecho sino de muchas facultades los estudiantes salen con una gran carencia de elementos éticos y terminan en los tribunales de ética a veces hasta por desconocimiento".

Por último, y aunque aclaró que debe investigarse si las grabaciones son reales y comprometen a las personas aludidas, recordó que hay facultades "dirigidas durante muchos años por los mismos grupos en las que llega un momento que no se distingue lo público de lo privado. Entonces puede darse que una esposa llame a un subsecretario académico y le diga lo que tiene que hacer".



El decano Silberstein omitió hablar de las cintas
Para él todo es un "operativo de prensa"

El decano de Derecho, Ricardo Silberstein, omitió hablar de las cintas y cargó contra el mensajero al adjudicar las denuncias sobre tráfico de influencias en la Facultad de Derecho a un "operativo de prensa" en su contra por patrocinar una causa penal contra autoridades de este diario. Silberstein anunció que llamaría a una urgente reunión de consejo directivo de la facultad y que pediría a la Universidad una investigación, lo que luego hizo ante el rector Ricardo Suárez (ver página 4).

Y más allá de un "no es cierto" general respecto de la veracidad de las cintas, no negó que las voces fueran las consignadas ni quiso referirse al tema. "Cualquier cosa que yo diga respecto de esas grabaciones podría interpretarse como un modo de querer ejercer influencia sobre quienes tengan que determinar si son o no reales", manifestó en diálogo con la emisora LT8.

Cuando se le hizo escuchar la grabación donde presuntamente su hija se comunicaba con el subsecretario académico, Emiliano Díaz, dijo que no podía reconocer las voces, y enfatizó: "Si conocieran el funcionamiento de la facultad, vería que (las denuncias de tráfico de influencias) no tienen entidad". Y reiteró que "cualquier palabra que yo diga sobre esas grabaciones se puede tomar como un intento mío por influenciar a quienes tengan que decir si es o no correcto".

Luego se refirió al mérito académico, un sistema de ingreso restrictivo a las materias como alumnos regulares. Según su versión, el sistema "ha perdido enorme entidad dentro de la facultad. Lo tenía cuando faltaban comisiones y era importante como método de asignación de alumnos. Pero ahora, cuando prácticamente en un 80 o 90 por ciento las comisiones están cubiertas, el tema del mérito académico es menor", dijo.

Su versión fue coincidente con la de los estudiantes de la agrupación Convergencia (a la que se sindica como afín al decano), pero muy distinta a la de otros que aseguran que son cientos y hasta "más de mil" (como se dijo en un caso) los que quedan afuera del cursado regular. Una situación que para muchos fomenta el acomodo.

Por último, Silberstein adjudicó este caso a un "operativo de prensa" y consideró que "es el precio que se paga hoy por el ejercicio de la abogacía".



Suárez: "Si esto es cierto puede caber hasta el juicio académico"
"Me resisto a creer que es verdad", dijo asombrada la máxima autoridad de la Universidad

"Estoy muy asombrado y me resisto a pensar que esto es cierto. Pero si se probase que lo es, evidentemente sería una falta de ética y creo que está contemplado dentro de las normas de la Universidad que los responsables puedan sufrir sanciones como una suspensión en su cargo o directamente un juicio académico". En estos términos, el rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Ricardo Suárez, habló sobre el tráfico de influencias en la Facultad de Derecho. La denuncia la formuló un grupo de estudiantes que difundió como prueba grabaciones de diálogos telefónicos entre familiares de Silberstein y directivos de la facultad.

Suárez contó a La Capital que ayer mantuvo una reunión a primera hora con el decano Silberstein, quien le pidió que para dar una "sensación de imparcialidad" encabezara una investigación a fin de determinar si su hija estuvo "bien inscripta" en dos materias. Silberstein le dijo al rector que un pedido similar iba a hacer en el Consejo Directivo de Derecho.

Pero el pedido de Silberstein no fue el único. A primera hora, Asesoría Jurídica de la UNR pidió una auditoría en Derecho para determinar la veracidad de las denuncias.

Las escuchas telefónicas con las voces de la esposa y la hija del decano de Derecho que revelaron el pedido que le formularon al subsecretario académico, Emiliano Díaz, para que facilitara a Alejandra Silberstein el cursado de dos materias pese a que no reunía méritos académicos, trascendieron ampliamente los límites de la facultad y se instalaron en el mismo gobierno universitario.

Respecto del tema en particular, Suárez recordó que durante las campañas estudiantiles que terminaron hace poco "no se tocó este tema. Sí se tomaron pedidos de aumentar cupos de ingreso, pero nunca un dirigente estudiantil de ninguna agrupación hizo una denuncia específica sobre tráfico de influencias por parte de algún estudiante en particular".

"Me resisto a pensar que es cierto", reiteró, esperanzado, el rector. Pero también admitió que en el caso de serlo, constituye una falta de ética que podría terminar con la suspensión y hasta el juicio académico de los involucrados. Ahora llegó la hora de la investigación.




El Centro de Estudiantes convocó a una asamblea para analizar el caso
De confirmarse la denuncia, pedirá la renuncia de las autoridades de la facultad

El Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho se reunió anoche para reclamar la investigación del tráfico de influencias para favorecer a la hija del decano Ricardo Silberstein, y hoy realizará una asamblea para analizar detenidamente las denuncias. No obstante, la presidenta electa del centro, Verónica Tourón, fue más allá y aseguró que, de confirmarse los hechos, pedirán "la renuncia de todas las autoridades" de esa casa de estudios.

Los alumnos realizaron anoche una reunión de urgencia para analizar las denuncias publicadas por La Capital en su edición de ayer, donde se reveló que la esposa de Silberstein le pidió telefónicamente al secretario académico, Emiliano Díaz, que metiera de prepo a su hija Alejandra en dos materias donde no le daba el mérito académico para cursarlas.

Los ecos de esa denuncia seguirán sintiéndose hoy en la facultad ya que, a las 18, está convocada una asamblea de estudiantes donde el tema excluyente a tratar será el tráfico de influencias y el reclamo de una investigación por parte de la Universidad. "Queremos salvar el prestigio de la facultad, que se investigue todo y que cada título que salga de Derecho no sea cuestionado por supuestas irregularidades", le dijo anoche a este diario la actual titular del Centro de Estudiantes, Cristina Bilicich.

Mientras tanto, la presidenta electa del centro remarcó: "De confirmarse estas denuncias, vamos a pedir la renuncia de todas las autoridades de la facultad".

El Centro de Estudiantes distribuyó ayer un comunicado repudiando las maniobras para favorecer a la hija del decano en el ingreso al cursado regular. "Solicitamos a todos los estudiantes que nos acerquen las denuncias si conocen otros casos similares, para que también sean investigados", dice el texto, que agrega: "Queremos averiguar la verdad sobre estos hechos, ya que nos avergüenza que esto haya ocurrido en la facultad donde todos los días nuestros docentes nos enseñan el respeto a las normas jurídicas".


Contra el desprestigio
Tourón destacó que "a veces uno lee hechos de irregularidades y los ve como algo lejano. Y que te toque tan de cerca en la facultad, que es tu segundo hogar, te impacta bastante. Por eso no queremos que un hecho aislado desprestigie a tantos alumnos que tratan de avanzar en la carrera y ser un buen profesional", remarcó.

Lo cierto es que ayer a media mañana Silberstein llegó al edificio de Córdoba al 2000 y saludó como todos los días, pero rápidamente los estudiantes se arremolinaron en torno a su persona para escuchar su descargo. Ante la mayoría de las agrupaciones estudiantiles, el decano habló de "mafias" y dijo que la denuncia era un "apriete hacia el ejercicio de la profesión". Pero cuando los estudiantes quisieron saber si su esposa había llamado al subsecretario académico para que intercediera por su hija, sólo atinó a decir: "No quiero hablar del hecho, sino que lo investigue la Universidad", según contaron los alumnos que participaron de la charla informal.

Tanto Tourón como Bilicich volvieron a cuestionar ayer el sistema del mérito académico, al que calificaron como "un tema restrictivo, injusto, excluyente, que da pie a que se pueda llegar a cometer este tipo de irregularidades".

"Como Centro de Estudiantes pedimos que se investigue este supuesto tráfico de influencias, tanto penalmente como administrativamente, y si se comprueba el hecho, exigiremos la renuncia de los funcionarios involucrados", aseguró Tourón.


***

La Capital, 13 de mayo de 2005

http://archivo.lacapital.com.ar/2005/05/13/tapa.shtml


Gravísima imputación. El affaire por el tráfico de influencias devino en un airado reclamo por el fin de las restricciones
Los estudiantes tomaron Derecho y exigieron la renuncia del decano
No obstante habrá clases normalmente. Lo decidieron los alumnos en una asamblea multitudinaria

Al grito de "se va a acabar, se va a acabar, los acomodos de papá" la asamblea de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario decidió hacer una toma simbólica de esa casa de estudios -ya que hoy habrá clases normalmente-, reclamó el fin de todas las restricciones al ingreso y al cursado, y exigió la renuncia del decano Ricardo Silberstein. El tráfico de influencias en Derecho encontró a los estudiantes unidos en sus demandas al punto de que todas las mociones fueron votadas por mayoría absoluta.

De la asamblea participaron no solamente las agrupaciones estudiantiles, excepto Convergencia que está aliada a Silberstein, sino una gran cantidad de alumnos independientes. Y si bien al comienzo un puñado de militantes hizo uso de la palabra, con el correr de las tres horas que duró el cónclave se amontonaron más de 500 personas en el patio de la facultad.

La discusión corrió por los cánones normales de toda asamblea, con duras imputaciones a las autoridades involucradas en el affaire denunciado por La Capital, hasta que el propio decano pasó por uno de los pasillos de la facultad en dirección a una reunión del claustro docente. Fue un momento de gran tensión ya que luego de lanzar epítetos de la talla de "corrupto" y "ladrón", algunos estudiantes pretendieron "ir a buscar" a Silberstein para hacerle escuchar sus quejas. No obstante, una comisión de alumnos fue a solicitarle al decano que no realice una asamblea interclaustros el viernes próximo, día de un paro determinado por la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu), sino el martes. Y hasta se le pidió que esa reunión se haga en el patio de la facultad con la presencia de los consejeros y toda la comunidad académica.

Tras una interminable lista de oradores, los estudiantes decidieron, entre otras cosas, solicitar la derogación de las normas que reglan el mérito académico, el cupo, el ingreso y la carga horaria, todos preceptos tachados de "restrictivos" por los futuros abogados.

Además exigieron la renuncia del decano Silberstein, la del subsecretario académico Emiliano Díaz y la del secretario de Asuntos Estudiantiles Marcelo Marchionatti. No obstante, muchos argumentaron que todas las autoridades de la casa deberían dimitir "porque es una gestión corrupta".

Los alumnos pidieron también sanciones para Alejandra Silberstein, adjudicataria de los beneficios malhabidos, y la creación de una comisión investigadora para aclarar el asunto. Simultáneamente resolvieron la toma del decanato y luego de la propia facultad con la intención de provocar "un gesto político". Aclararon que la toma era nocturna y que no impedirá el normal desarrollo de las clases. Es más, querían que hubiese alumnos en los cursos para anoticiarlos de las decisiones de la asamblea.

Igualmente, plantearon la necesidad de intervenir el decanato para "que no desaparezcan las pruebas que involucran a Silberstein".

De la misma manera, los estudiantes demandaron la publicidad del presupuesto de la facultad, del plantel docente y de los alumnos que no están cursando materias. En ese contexto, se escucharon acusaciones a varios profesores por sus reiteradas inasistencias. También pretenden la unificación de exámenes, nuevos concursos docentes, cursado libre y una urgente reunión con estudiantes de otras facultades para exigir la derogación de la ley federal de educación.

Terminada la asamblea, Verónica Tourón, presidenta electa del Centro de Estudiantes de Derecho, calificó a la asamblea como "multitudinaria" y destacó que "fue un éxito porque los estudiantes se acercaron espontáneamente para reclamar por sus derechos". Además invitó a una nueva asamblea para hoy a las 13.


Conferencia de prensa
En la sede delColegio de Abogados, Oroño 1532, se realizará hoy, a las 11.30, una conferencia de prensa en la que se abordará la posición de la institución ante las denuncias de tráfico de influencias contra el decano Silberstein.




Puerta de atrás

Al mismo tiempo que se desarrollaba la asamblea estudiantil en Derecho, Silberstein mantenía una reunión con el claustro docente. Finalizada esta última, el decano no se animó a salir por la puerta principal sobre calle Córdoba y pidió que le abrieran el portón que da a Moreno. Así escapó del asedio de los alumnos.




Un caso con gran repercusión nacional

Las grabaciones que revelaron maniobras para favorecer a la hija del decano en la Facultad de Derecho, Ricardo Silberstein, tuvieron repercusión nacional. Canal 9, América TV y América 24 rápidamente incluyeron en sus panoramas de noticias la denuncia que fue publicada por La Capital y difundida por la mayoría de los medios locales desde la tarde del martes. "El decano de una facultad rosarina intentó favorecer a su hija en la carrera de Derecho", fue uno de los titulares que ofrecía por cable la televisión que se emite desde Buenos Aires. También los portales que habitan la web tomaron el tema como una de sus noticias nacionales. Infobae también lo llevó a sus páginas de diario. Y a partir de esa difusión las radios la incluyeron no sólo en sus resúmenes informativos sino también en varios programas de interés general. En Radio 10 -una de las de mayor audiencia en la Capital Federal- Oscar González Oro encontró en la novedad un tema para sus opiniones y bromas. "En Rosario la mujer del decano de Derecho y el secretario académico tenían una pyme para cursar materias", fue una de las expresiones que dieron lugar a risueños comentarios en el programa. En todos los casos, después se sumaron numerosos llamados de los oyentes.


***

La Capital, 14 de mayo de 2005

http://archivo.lacapital.com.ar/2005/05/14/tapa.shtml

Grave imputación. Una asamblea pidió que se suspenda ya a Silberstein y a los involucrados en el tráfico de influencias
Los estudiantes exigen el fin del "corrupto" sistema de cursado
Seguirá la toma de la facultad de Derecho con dictado de las materias. El lunes, clase abierta, y el martes, marcha

Los estudiantes que mantienen tomada la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario ayer decidieron hacer lo mismo con el decanato, para preservar algunas pruebas, y exigieron en una multitudinaria asamblea la suspensión inmediata del decano Ricardo Silberstein, el subsecretario académico, Emiliano Díaz, y el secretario de Asuntos Estudiantiles, Marcelo Marchionatti, mientras dure la investigación sobre el tráfico de influencias. Los futuros abogados resolvieron también realizar una clase pública pasado mañana y una marcha a Rectorado el martes, además de pedir una reunión pública del consejo directivo en el patio de la facultad, y la eliminación del “corrupto” sistema de cursado que rige en Derecho.

  De este modo, la institución vivió una jornada más luego de que saltara el escándalo por el tráfico de influencias en esa facultad, que quedó al desnudo cuando se conocieron escuchas telefónicas donde, entre otras cosas, la esposa de Silberstein le pedía a Díaz que ubicara a su hija en cátedras a las que no había entrado por falta de mérito académico.

  La asamblea comenzó pasado el mediodía y se extendió hasta casi la 16. Los estudiantes repudiaron el sistema por el cual se pone cupo al cursado regular de las materias. Sistema que, se denunció reiteradamente y las cintas vendrían a demostrar, permite luego el acomodo a dedo de estudiantes.

  “Toma pacífica, no corre riesgo ningún docente, ni alumno ni no docente. Por asamblea de todos los estudiantes se decidió el dictado normal de las clases”, rezaba un cartel en la misma puerta de la facultad. Y otro, pegado en la puerta de la oficina de Silberstein, dejaba leer la frase “Decanato tomado”.

  Los estudiantes abarrotaron el hall de ingreso del edificio de Derecho y se enfrascaron en un debate ininterrumpido. Se notó una gran inquietud en dejar en claro que no había intención de aprovechar la situación para no estudiar, y en garantizar tanto la continuidad de la toma de la facultad como del dictado de clases. Surgieron mociones como las de organizar la permanencia en el edificio garantizando espacios de debate e incluso de estudio.

  Finalizado el encuentro, los encargados de prensa anunciaron que continuaría la toma simbólica del decanato y la facultad, que permanecerían el fin de semana, que pasado mañana, a las 17, harían una clase pública, y el martes, a las 10, una marcha a Rectorado. También pidieron una reunión de consejo directivo con la presencia de todos los claustros.

  “Hoy nuestra facultad está en la tapa de todos los diarios. Queremos la derogación del sistema de cursado que es corrupto, queremos un sistema serio en el cual todos los estudiantes estemos comprometidos y que, por supuesto, continúe el dictado de clases”, aseguró a La Capital Cecilia Zalazar, rodeada de sus compañeros encargados de hablar con los medios. Los estudiantes anunciaron que están en estudio cuatro planes alternativos, y aclararon que, cuando se llegue a un proyecto para un nuevo sistema de cursado, se pedirá la opinión de profesionales y especialistas.

  Insistieron además con la decisión de pedir que se suspenda preventivamente a las autoridades involucradas en el affaire de las escuchas telefónicas mientras dure la investigación de la que están siendo objeto.



El Colegio de Abogados condena las escuchas 


El Colegio de Abogados de Rosario dio una respuesta gremial a las denuncias de tráfico de influencias en la Facultad de Derecho y evitó referirse a su contenido por considerar que la obtención de esa información “contraría las más elementales garantías constitucionales y pone en juego a la misma democracia”. Se refería a la intervención de las comunicaciones telefónicas del decano Ricardo Silberstein. Así, la entidad profesional no hizo ninguna consideración respecto de lo que revelan las escuchas, en las que aparece mencionado el propio presidente del Colegio, Mario Holland, en su condición de titular de una cátedra.

  En un comunicado difundido ayer, el directorio afirmó que “en el convencimiento de que el fin no justifica los medios, esta repudiable práctica que se creía desterrada desde la recuperación del Estado de Derecho en nuestro país, no puede pretender su legitimación como instrumento de investigación periodística o social sin el debido amparo de las garantías correspondientes a un proceso judicial”.

  El texto culmina diciendo que “la insanable gravedad del procedimiento empleado se acentúa desmedidamente cuando, por las circunstancias del caso, su utilización aparece como una herramienta para obstaculizar el pleno y libre ejercicio de la profesión de abogado”.

  El comunicado fue leído en una conferencia de prensa en la que participó el directorio a pleno. Escoltado por sus colegas, Holland, consideró que las escuchas son “un tiro en la cabeza al sistema republicano”, y que “aquí está en juego la misma democracia”.

  El profesional calificó de “ilegítimos, antijurídicos y delictuosos” los métodos de captación de declaraciones, aunque esa opinión no invalidó a otros miembros del propio directorio del Colegio a opinar de manera condenatoria sobre las maniobras para favorecer a la hija del decano. No obstante esa parte no figuró en el comunicado oficial de la entidad.

  “Me queda el sabor amargo de darme cuenta de que pese a que nuestra democracia ha cumplido 21 años, por lo cual aspiraría a tenerla por mayor de edad, aún es adolescente, y se reiteran procedimientos que parecían de otras épocas y que van más allá de la ocasional figura de un letrado. Es inadmisible este tipo de prácticas para cualquier ciudadano”, condenó Holland.

  Y al referirse al caso específico de un estudio jurídico dijo: “En el ejercicio de su profesión, el abogado mantiene conversaciones en las que hace y escucha comentarios de sus clientes y colegas, ofrece y recibe información dentro del marco de privacidad de una línea. Entrometerse en ese marco con cualquier fin es delictivo, antidemocrático y es pegarle un tiro en la cabeza al sistema republicano”.

  Por último, anunció que el colegio va a “desplegar todo tipo de acciones que correspondan para dilucidar qué es lo que está detrás de esto, quiénes son los responsables, no ya por el abogado que obviamente merece nuestra protección, sino porque esto tiene mucho que ver con el funcionamiento del sistema republicano. Y en cuanto a la figura del abogado, es fundamental que intervengamos. El colegio ha acompañado a profesionales detenidos en celdas sin entrar a considerar qué era lo que se les imputaba ni qué grado de responsabilidad tenían, porque asume, en este sentido, una posición netamente gremial”.